De “Shell” a “Agente”: Windows 1.0 celebra su 40.º aniversario en plena transformación por la IA
17:02, 21.11.2025
Exactamente hace cuarenta años, el 20 de noviembre de 1985, Microsoft presentó Windows 1.0. No era un sistema operativo completo, sino más bien una interfaz gráfica para MS-DOS, diseñada para PC con procesadores Intel 8088 y 256 KB de RAM.
La primera versión introdujo elementos clave: ventanas en mosaico, menús e interacción con el ratón. Aunque era solo una “piel” para DOS, marcó la dirección fundamental del desarrollo de interfaces gráficas durante las décadas siguientes.
Evolución rápida: de 2.0 a Windows 7
La plataforma avanzó rápidamente:
- Windows 2.0 (1987): Añadió superposición y cambio de tamaño de ventanas, mejorando la multitarea.
- Windows 3.0 y 3.1 (1990–1992): Introdujeron mejoras de interfaz, incluyendo el Administrador de programas, iconos, fuentes TrueType y funciones multimedia básicas. Fue entonces cuando Windows comenzó a ganar popularidad masiva.
- Windows 95 (1995): Un lanzamiento revolucionario con el menú Inicio, la barra de tareas y un entorno mayoritariamente de 32 bits.
- Windows XP (2001): Unificó las líneas de consumo y empresariales, convirtiéndose en uno de los sistemas operativos más populares.
- Windows 7 (2009): Considerado por muchos como el punto máximo de estabilidad y comodidad en Windows.
Windows 11
El moderno Windows 11 es una continuación técnica de Windows 10, pero su recepción por parte de los usuarios es ambivalente. Numerosas novedades, experimentos de interfaz, muchos servicios integrados y errores frecuentes tras las actualizaciones han disminuido su simpatía.
Últimamente ha aumentado la preocupación debido a los planes de Microsoft de convertir Windows en un “sistema operativo agente” basado en inteligencia artificial (IA). Los usuarios temen que Microsoft ya no tenga en cuenta sus preferencias y delegue cada vez más funciones a soluciones automatizadas mediante IA.
Sin embargo, muchos veteranos de la plataforma valoran la posibilidad de configurar el sistema por sí mismos y elegir sus propios programas, en lugar de aceptar decisiones impuestas por ejecutivos o por la IA.