Jeff Bezos mira al espacio y China al fondo del mar: nuevos horizontes para la potencia de la IA
18:20, 06.10.2025
Las necesidades de computación siguen creciendo con el avance de la inteligencia artificial y las tecnologías en la nube, hasta el punto de que los centros de datos actuales apenas pueden seguir el ritmo. Las empresas buscan nuevas formas de alojar sus servidores —en barcos, bajo el agua— y algunos creen que el espacio será el próximo paso. Jeff Bezos es uno de ellos.
El fundador de Amazon y Blue Origin predice que en 10 o 20 años existirán grandes centros de datos en el espacio. En el vacío espacial, la luz solar —y, por tanto, la energía— está disponible de forma constante, y los extremos de temperatura facilitan la refrigeración de los servidores. Estas condiciones son ideales para grandes infraestructuras de computación. Sin embargo, un proyecto así requeriría más de 2,4 millones de m² de paneles solares y superaría los 25.000 millones de dólares en costes, por lo que sigue siendo una idea teórica.
Centros de datos submarinos: la visión de China
China avanza en el desarrollo de servidores submarinos. La empresa Highlander está construyendo un módulo que se sumergirá cerca de Shanghái, destinado a clientes estatales como China Telecom.
Según el vicepresidente de Highlander, las instalaciones submarinas pueden reducir el consumo energético para refrigeración en un 90 %, y el 95 % de la energía procederá de fuentes renovables.
El proyecto enfrenta retos como la corrosión de metales y el posible impacto ambiental, pero se han aplicado soluciones: las cápsulas están recubiertas con una capa protectora de vidrio y se monitorea la temperatura del agua, que hasta ahora se mantiene dentro de los límites normales.
El futuro de los centros de datos
El futuro de la infraestructura de datos se mueve en dos direcciones: hacia el espacio y hacia el fondo del mar. Los centros espaciales de Bezos representan un sueño tecnológico aún lejano, mientras que los proyectos submarinos de China muestran un camino más realista hacia la sostenibilidad energética.
Está claro que las tecnologías de computación del futuro ya no se limitarán a la superficie terrestre.