Recientemente, un terremoto de gran magnitud, el más fuerte de los últimos 25 años, sacudió Taiwán.
Dado que el país es uno de los principales proveedores de chips de memoria, muchos suponen que el suceso afectará a la política de precios de los fabricantes.
Por ejemplo, TSMC ha hecho una declaración oficial en la que afirma que sus fábricas no se vieron afectadas significativamente y que pronto podrán volver a funcionar con normalidad, pero no es el caso de todos los fabricantes; la situación general sigue siendo desalentadora. A mayor escala, algunas fábricas locales de semiconductores han sufrido daños, lo que a su vez ha afectado a toda la cadena de suministro de chips. En breve, es probable que esto afecte a la velocidad de producción y a la cantidad de productos acabados de empresas como Samsung Electronics, Micron y SK Hynix. Micron, en particular, ya ha empezado a notificar a sus clientes posibles retrasos en las entregas y cambios en los calendarios de trabajo.
La interrupción de la cadena de suministro habitual afectará en consecuencia al coste de los productos. Ya hay noticias de que los fabricantes de memorias ya no muestran los precios contractuales de la DRAM, al parecer debido a su posible aumento. La tendencia al alza de los precios de la DRAM y la NAND es evidente desde hace tiempo, pero se ralentizó un poco justo antes del terremoto; las secuelas de la catástrofe natural le dieron un empujón adicional.
Los expertos prevén una subida significativa de los precios en el mercado de contratos, donde hay una gran demanda de chips de memoria para servidores. En cuanto al mercado de consumo, la demanda de memoria suele ser menor allí, por lo que el cambio de precios no será tan significativo. Sin embargo, la tendencia al alza de los precios de las memorias y las SSD se mantiene desde hace tiempo, por lo que el próximo aumento de precios puede ser significativo.
