TSMC redobla su producción de chips en EE.UU. con una inversión de $100 mil millones
18:05, 05.03.2025
El gigante taiwanés de semiconductores, TSMC, ha anunciado planes para invertir aproximadamente $100 mil millones en la expansión de su producción de chips en Estados Unidos. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump declaró que los fondos se destinarán a la construcción de dos nuevas plantas de semiconductores en Phoenix, Arizona.
Esta inversión se suma a los $65 mil millones que TSMC ya ha asignado para la construcción de tres fábricas en Arizona. Además, la empresa ha recibido $6.6 mil millones en financiamiento gubernamental bajo la Ley CHIPS y de Ciencia.
A principios de este año, TSMC inició la producción de chips de 4 nm en Arizona. Para finales de la década, la empresa planea fabricar procesadores de 2 nm y tecnologías aún más avanzadas en Estados Unidos. Sin embargo, según informes, estos chips de vanguardia se producirán primero en Taiwán antes de su lanzamiento en las fábricas estadounidenses. Se espera que la producción de chips de 2 nm comience en la segunda mitad del año.
Nuevos empleos, chips de IA y políticas comerciales
La segunda planta de TSMC en Arizona, cuyo inicio de operaciones estaba previsto para 2026, ha sido pospuesta hasta 2027–2028. Durante su intervención en la Casa Blanca, el CEO C.C. Wei destacó que la empresa está comprometida a generar miles de empleos bien remunerados y a producir chips esenciales para aplicaciones de inteligencia artificial.
Mientras tanto, The New York Times informó que la administración de Trump está explorando un plan que podría permitir a TSMC tomar el control de las instalaciones de fabricación de chips de Intel.
En otras noticias del sector, Apple ha anunciado una inversión de más de $500 millones para expandir sus operaciones en EE.UU. Durante los próximos cuatro años, la compañía planea contratar a 20,000 empleados y construir una planta de fabricación de servidores en Texas.
Además, el 4 de marzo entrarán en vigor nuevos aranceles en EE.UU., imponiendo un impuesto del 25% sobre los productos semiconductores procedentes de México y Canadá, junto con un arancel adicional del 10% sobre las importaciones de China.