Apuestas de un billón con solo veinte mil millones de ingresos: dónde podría fallar OpenAI
14:27, 08.12.2025
Probablemente ha oído promesas audaces de fundadores tecnológicos, pero OpenAI juega en otra categoría. Sam Altman habló públicamente de compromisos por un billón coma cuatro de dólares para los próximos ocho años. La cifra incluye el proyecto Stargate de medio billón, un enorme contrato con Oracle por trescientos mil millones y otros cien mil millones vinculados al hardware de Nvidia. Jensen Huang lo describe como el mayor proyecto computacional de la historia. Altman insiste en que subestimaron la demanda.
Tal vez observe sus ingresos y se sorprenda. Veinte mil millones al año difícilmente pueden sostener esta escala de infraestructura. Según críticos como Paulo Carvão de Harvard, la brecha es demasiado grande. Él compara el momento con el auge de las telecomunicaciones de principios de los dos mil, cuando las empresas construían redes antes de que llegaran los clientes reales y muchas terminaron colapsando.
Una red de socios y una ecuación frágil
Si se pregunta cómo una empresa joven acumuló obligaciones de un billón, la respuesta está en alianzas complejas. OpenAI depende de compañías como CoreWeave y Crusoe. Ellas piden grandes préstamos, a veces con GPUs como garantía, y construyen los centros de datos que OpenAI necesita. Nvidia invierte en esas mismas compañías y luego ellas compran los chips de Nvidia. Se crea un ciclo que parece ingreso, aunque usted puede cuestionar cuánto refleja el mercado real.
Carvão advierte que un tropiezo de OpenAI afectaría a startups de la nube, fabricantes de chips e inversores. Los competidores parecen más tranquilos. Anthropic solo tiene cincuenta mil millones en compromisos y espera alcanzar el punto de equilibrio en dos mil veintiocho. Google ya obtiene beneficios sólidos y usa sus propios TPU. OpenAI es la única empresa con planes de un billón sin un camino claro hacia la rentabilidad.
El conteo regresivo comienza
Usted se enfrenta a una realidad simple. El hardware envejece rápido y los clientes corporativos se mueven despacio. Para dos mil veintiséis la empresa quizá deba recortar o retrasar sus ambiciones de centros de datos. Ganarán quienes consigan clientes reales antes de que baje la ola de inversión.